Woody Allen en su pelicula Mach Point hace la siguiente reflexión sobre la suerte:
"Aquél que dijo "más vale tener suerte que talento", conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte, asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control.
En un partido hay momentos en que la pelota golpea con el borde de la red, y durante una fracción de segundo puede seguir hacía delante o hacía detrás. Con un poco de suerte sigue hacía delante y ganas, o no lo hace y pierdes."
Así nos dejaba esta reflexión al comienzo de su pelicula, y realmente con toda la razón, parece que a veces por mucho que nos esforzamos, por mucho que queremos cambiar las cosas, por más preparación o buena familia donde hayamos nacido, no tienen porque irnos las cosas "tan bien" como nos gustaría.
¿Realmente es tan importante tener "Buena suerte"?, ¿Es posible cambiar nuestra suerte?, ¿Cuanto dependemos en realidad de esa suerte?
Dar respuesta a todo esto no es sencillo, pero desde mi pleno convencimiento puedo decir claramente que nuestra suerte puede ser cambiada.
Para mí al factor suerte va unido al factor energético; cuanto más positiva y magnetica sea nuestra energía, más buena suerte tendremos. Ahora bien, como podemos controlar que esa energía y lograr que esté en el estado correcto es lo complicado, aunque en realidad es una forma de ver la vida y de afrontarla. Todos tenemos problemas, todos tenemos cosas que nos complican la vida, todos tenemos discusiones que nos dejan en un estado no tan bueno, en fín todos estamos expuestos a la intoxicación de nuestra energía, pero tambien tenemos a nuestro alcance los medios para favorecerla y que siempre se encuentre en el mejor estado, para que inhunde nuestra vida y nos combierta en seres más felices.
Ultimamente han proliferado libros como "El secreto", que nos hablan de como conseguir a través del buen uso de nuestra mente, todo aquello que deseemos. De como adquirir confianza y de como transmitirla. Una autosugestión que a muchas personas les ha hecho prosperar en su vida. Por supuesto no hay duda de que un buen control de la mente, un orden y un saneamiento de esta, favorece que afrontemos las cosas de una manera distinta y que esta manera de afrontarlas ayude a que no nos perjudique en demasía las cosas que nos pasen, sean malas o muy malas, por lo que nuestra energía y nuestra "suerte" no se vea tan afectadas.
Es verdad que hay ciertos acontecimientos que no se pueden evitar, pero lo que sí podemos evitar es derrumbarnos con ellos y quedarnos en el primer asalto. Pues lo primero que debemos entender es que en esta vida estamos de paso, y ese paso nos tiene que valer para conocernos bien a nosotros mismos, para ser seres más evolucionados y espirituales, para ser felices y hacer feliz al prójimo, el aquí y el ahora vivido con intensidad. Somos caducos y si no aprovechamos cada segundo, se nos escapará esta oportunidad sin pena ni gloria. Lo material se quedará aquí, el dinero, las posesiones... todo, lo único que nos llevaremos será la esencia de cada momento de risas, alegría, amor...que hayamos vivido, y está será la esencia que conformara para nosotros una maravillosa energía que sin duda será excepcional en este universo para nosotros y los demás.
A través de mi trato habitual con el mundo espiritual, y con los espíritus en sí, puedo hacer esta afirmaciones sin lugar a dudas. Yo elegí el camino de la alta magia, y es el que me gustaría ir explicando en este blog, hacer entenderlo y animar a más gente a que siga este mismo camino, que muy erróneamente creen que se trata de poner velas, hacer rezos o invocar a ciertas entidades, y no, no es esto, no exactamente. La magia ceremonial nos ayuda a trabajar las energía y a la vez ayudar a establecer las conexiones adecuadas, pero no todo depende en sí del material, sino la de la fortaleza espiritual de la persona que la practica, y en sí esto arrastra una preparación importante de la que iremos hablando.
Por supuesto es un largo camino, un largo camino en el que todos debemos estar, quizás el final de ese camino o ese mismo camino mismo sea el lugar donde reside la suerte.
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