martes, 2 de julio de 2013

LA MAGIA DE LA CERA

Hola de nuevo, en esta ocasión quiero hablaros del uso de las velas en la magia y su capacidad de transformar su energía para nuestro propio beneficio.
Todos hemos disfrutado de la vida del parpadeo chispeante, cambiante y voluptuoso provocado por la llama de una vela. Nos acompañó en el bautizo, ceremonia muy común en este país, siendo este uno de los rituales que unen a familiares y amigos en torno a uno de los momentos más gozosos; lo mismo sucede con la comunión, la boda y el último rito que es la extremaunción.
Un encuentro amoroso envuelto por la mágica y misteriosa luz de unas velas es capaz de llevar a los amantes a alcanzar una mayor intensidad sensitiva. Los altares de los muertos, los de Dolores, las letanías en las Posadas, las procesiones nocturnas de Semana Santa, los distintos santuarios en las diferentes fiestas patronales y tantas otras ceremonias, no tendrían el mismo misticismo y encanto si no estuvieran iluminadas por la misteriosa y ondulante luz de los cirios que llevan los participantes.
La cera fue siempre materia imprescindible en las operaciones herméticas de los alquimistas y su presencia es elemento central en la simbologia sagrada de las velas en ceremonias religiosas o rituales mágicos. La cera es la expresión inequívoca del ser que transciende consumido por la llama del espíritu que va hacia arriba.
La vela no solamente crea una atmósfera provocativa sino que en si misma ya es un símbolo de color y forma. Algunos practicantes de magia elaboran sus propias velas para añadir el poder requerido al cirio recogiendo en cada caso no sólo la fuerza sino también recoge la esencia de su creador. Es importante añadir que para según que rituales mágicos, el color de la vela es fundamental para transformar las energías deseadas.
Aunque hay un número infinito de colores, estos pueden descomponerse en siete: rojo, naranja, verde, amarillo, azul, índigo y violeta. A su vez, estos siete colores pueden agruparse en los tres primarios: rojo, azul y amarillo. Combinados, los colores primarios (cuando sólo se trata de luz) se reducen al blanco o a lo que interpretamos como blanco. Por cierto, el negro no es un color, es la ausencia de color, el opuesto a la luz.
La luz es vibratoria y cada color vibra a una velocidad distinta. Por ejemplo, el rojo es el color que vibra más rápido, y es un color que estimula la fuerza y la pasión humana. El violeta es el color de vibración menor y suele calmar el sistema nervioso. El cerebro humano puede utilizar las distintas ondas vibratorias de luz para sanar, meditar y para practicar la magia.
En las siguientes entradas os iré contando los diferentes colores de las velas, su significado y el uso que se hace de los mismos en la magia.
Un cordial saludo
Montse desde La Orden de Ayala, Hermosilla 95