Técnicas yóguicas para la búsqueda de la calma y paz interior.
Vivimos en niveles de ansiedad que luego se reflejan entre otros en contracturas musculares y bloqueos mentales y emocionales. Por ello la respiración adecuada y la relajación son fundamentales para una adecuada calidad de vida.
A través de la relajación se elimina la tensión neuromuscular, se pacifican las emociones y se calma la mente. El adecuado descanso y la correcta respiración también nos van a llenar de más energía, mejoraremos nuestro bienestar, funciones y capacidades tanto de nuestro cuerpo físico y energético como de nuestra mente.
Una respiración correcta, en circunstancias normales, sería completa, rítmica y por la nariz. La nariz hace las funciones de filtro y calentamiento del aire y permite una respiración más regular.
Durante la respiración tomamos la energía vital, o prana, y lo distribuimos por todo nuestro cuerpo físico y energético. La relajación nos ayuda a prevenir y superar las tensiones neuromusculares, psicosomáticas y emocionales, y además es también un viaje hacia lo más interno de un@ mismo@. La detención consciente de cuerpo y mente nos enseña el arte de parar, y también el conectar con nuestro interior. Las técnicas de control respiratorio nos enseñan a influir sobre el prana, de manera que aprendemos a manipular conscientemente nuestro sistema físico, energético, mental y emocional.
Primero vamos a realizar unas respiraciones abdominales. Sentados en la silla y tratando de estar cómodos (podemos desabrocharnos algún botón si nos molesta), llevamos ambas manos al abdomen, cerramos los ojos e inhalando lentamente por la nariz, llevamos conscientemente el aire al abdomen y estómago, tratando de no hinchar el pecho o subir los hombros. Exhalamos lentamente por la nariz utilizando el mismo tiempo invertido para la inhalación. Hacemos varias repeticiones.
A continuación vamos a conectar con la respiración intercostal: colocamos las manos a ambos lados de las costillas, inhalamos lentamente por la nariz y llevamos el aire a la zona media del pecho, notando como se expande y se separan las costillas, exhalamos lentamente por la nariz utilizando el mismo tiempo invertido para la inhalación. Hacemos varias repeticiones.
Por último vamos a sentir la respiración clavicular, inhalaremos lentamente dirigiendo la respiración a la parte más alta del tórax, exhalamos lentamente por la nariz utilizando el mismo tiempo invertido para la inhalación. Hacemos varias repeticiones.
A continuación realizaremos una respiración energizante con el fin de aumentar la absorción de prana o fuerza vital: al inhalar, realizando una respiración completa (respiración abdominal más intercostal más clavicular), visualizaremos que nos llenamos y saturamos de energía, y al exhalar, que se propaga la energía por todo nuestro cuerpo. Lo haremos con atención y nos sentiremos mejor y más relajad@s. Hacemos varias repeticiones.
Esta secuencia nos llevará a un estado mental de paz y serenidad en pocos minutos. Con la práctica podremos pasar directamente a realizar la respiración energizante sin realizar los ejercicios anteriores.
MARTA BELDA. LA ORDEN DE AYALA HERMOSILLA 95.
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