La ouija es un tablero de madera que sirve para jugar o al menos en un principio ese era su propósito, ahora bien, la realidad en que en ese juego se pretende con dicho tablero intentar mantener conversaciones con los espíritus.
En dicho tablero tienen que figurar tanto las letras del abecedario como los números del 0 al 9 y un "SI" un "NO" un "HOLA" y un "ADIÓS".
El funcionamiento debe de hacerse con un mínimo de cuatro personas que estén situadas alrededor de la mesa y con la tabla en el centro.
Las personas deben estar en contacto a través del dedo índice con una pieza triangular o un vaso.
La sesión debe de hacerse en el lugar más tranquilo de la casa y nunca en zonas donde descansan los muertos, como un cementerio.
Las personas que realizan estas sesiones deben de estar muy tranquilas y con la sensación de que se trata de un juego, no es para nada recomendable entrar en la sesión con tensión o temor ya que el subconsciente con ese estado puede jugar muy malas pasadas.
Debes de realizar las sesiones con personas de confianza y experimentadas, al menos dos de ellas.
Cuando las cuatro personas están centradas, se recomienda que alguien experimentado sea el portavoz del grupo, e inicie la sesión preguntando:
"¿Hay alguien ahí?"
y si se conecta con algún espíritu, la pieza con la que todos los índices están tocando, se debería de desplazar hacia el "SI" y es ahí, cuando empieza la ronda de preguntas.
Las contestaciones se llevan a cabo con el desplazamiento de la pieza a través del alfabeto formando una frase.
Durante la sesión hay que intentar que el puntero no se vaya a los extremos del tablero ya que si se cae, el espíritu se irá.
Si el puntero se mueve hacia las cuatro esquinas con cierta velocidad es que se trata de un espíritu malo.
Hay que tratar al espíritu con respeto pues de lo contrario puedes enfadarlo.
La forma adecuada de terminar la sesión es despedirse del espíritu con un rotundo "ADIÓS" y asegurarte de que no hay más respuestas cerrando el tablero pues de lo contrario pueden sudecerse acontecimientos desagradables.
El tablero debe de ser usado por su propietario y no debe dejarse bajo ningún concepto. Cuando no lo quieras no debes tirarlo y jamás quemarlo.
Hermosilla 95. Marina Licera. LA ORDEN DE AYALA
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