jueves, 2 de febrero de 2017

La Candelaria y el Fuego.

El fuego está relacionado con la purificación desde los ancestros, en todas las culturas y en todas las religiones.

GONZALO.- La orden de Ayala. Calle José Ortega y Gasset. Madrid. Siempre ha tenido un papel fundamental en el simbolismo religioso desde el hinduismo, que le da una gran importancia sagrada, hasta el budismo, que lo convierte como elemento que los lleva a la iluminación. Los célticos utilizaban el fuego como símbolos solares y formaba parte importante dentro de sus ritos en los equinoccios y en los solsticios. En el mundo hebreo y en nuestra cultura cristiana, el fuego es símbolo de divinidad.



El fuego siempre ha estado presente en ritos, ceremonias y festividades, en hogueras y en fuegos domésticos. Recordemos que antiguamente, se cocinaba en las lumbres o fogones del hogar. En muchos lugares, se observaba con atención el color y el movimiento de la llama para hacer predicciones y pronósticos; aún siendo el mismo elemento, el nivel de vibración es tan diferente que su naturaleza cambia por completo en función de qué, cómo y con qué sentido se hace fuego. 

 




 



Fechar exactamente cuándo comenzó el uso de la vela para rituales es muy difícil pero, desde la antigüedad, las velas forman parte de los cultos y religiones, formando también parte de la devoción popular. El uso de las velas en rituales o peticiones es habitual en casi todas las prácticas mágicas, las cuales están presentes en un altar y hay muchas maneras de ubicarlas y encenderlas en un momento determinado y con determinadas instrucciones y/o peticiones otorgando así a la vela una importancia fundamental en todo ritual o petición.



En el catolicismo se festejan infinidad de fiestas en las que las velas asumen un gran protagonismo. El 2 de febrero durante la celebración de la Candelaria encendían velas bendecidas y purificadas coincidiendo con la purificación de la Virgen María, que en la tra
dición judía se celebra a los 40 días del nacimiento de Jesús, coincidiendo también con el 2 de febrero. Etimológicamente, la Candela se refiere a luz santa que guía hacia el buen camino y la redención y aviva la fe en Dios. En esta festividad de la Candelaria se bendicen las velas que las usaremos como purificadoras y protectoras a lo largo del año. Antiguamente, tras las bendición se conservaban en casa y se encendían en momentos de peligro cuando veían llegar una tormenta o algún peligro, para velar a los muertos, asistir a un moribundo, en un parto complicado, en enfermos… Entonces, encendían las velas y derramando gotas de cera sobre las personas necesitadas pedían ayuda, protección, iluminación... Hoy en día, aún es costumbre encender un cirio en los bautizos para iluminar la vida del recién nacido o simplemente en casa para pedir paz, armonía, trabajo o lo que precisemos.



Hoy, 2 de febrero, muchas personas irán a sus iglesias a bendecir sus velas que reservan a lo largo de todo el año para sus oraciones, sus limpiezas o peticiones. Fe, oración y fuego para estar protegidos e iluminados un año más a la luz de la Candela.


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