San
Patricio, el resucitador.
El
17 de marzo se celebra San Patricio, por todos conocidos como el
patrón de Irlanda, pero realmente él era escocés. Hoy, muchos
celebran este día vestidos de verde, con cerveza en mano y un trébol
de la buena suerte… pero pocos saben la verdadera historia de este
Santo, autor
de la oración exorcista más recitada del mundo y con un lugar de
peregrinación.
El
resumen de cómo un escocés llega a Irlanda y se queda más de
treinta años allí,
desde mi humilde opinión, es que fue, y en letras mayúsculas, por
Un Acto De Amor A Dios. San
Patricio nació en el 387 en Escocia. A
los 16 años fue prisionero por piratas irlandeses que lo
esclavizaron. Pero Patrick consiguió escapar y llegar a Francia,
donde se hizo sacerdote.
Cuando
contaba con 46 años volvió
a
Irlanda para evangelizar a sus habitantes donde
permaneció
hasta su muerte el 17
de marzo del año 461.
Sus
últimos treinta años de vida los dedicó a Irlanda en todos los
términos católicos que puedan
existir. Escribió
su autobiografía , en
Confesiones, hacia
el final
de su vida donde
aprovecha
para
agradecerle a El la Gracia que le brindó y ruega porque todos sus
hijos espirituales sigan siempre fieles a la fe que les ha
practicado.
Comienza
así sus memorias “Yo,
Patricio, pecador, un campesino muy sencillo, el menos importante de
todos que tienen fe y, para muchos, lo más despreciable… Y
le sigue con”De
hecho, no conocí al verdadero Dios y fui llevado al cautiverio en
Irlanda con muchos miles de personas, tal como lo merecíamos, por
habernos alejado de Dios. Ni guardamos sus mandos, ni obedecíamos a
nuestros sacerdotes, quienes nos acordaban de nuestra salvación. Y
el Señor nos dejó caer la ira de su ser y nos desparramó entre
muchas naciones, aún hasta los extremos del mundo donde yo, en mi
pequeñez, me encuentro ahora entre extranjeros.” Confesiones.
Después
de 30 años del rapto por piratas irlandeses del joven escocés, San
Patricio vuelve
a Irlanda dando
un
vuelco a
la religión de los druidas. En poco
más de un cuarto de siglo San Patricio convirtió al catolicismo a
la mayor parte de Irlanda
y
consolidó la fe cristiana canonizando
unos
350 obispos, construyendo
más de 700
iglesias, y ordenando
más de 5.000
sacerdotes.
A
lo largo de la historia y, de entre todos los santos, no
se sabe de ningún otro con tantas resurrecciones practicadas
durante una sola vida apostólica. En
La Vida y Hechos de San Patricio, se redactan 33 resurrecciones,
entre
ellas os cuento la historia de dos hermanos príncipes de lo que hoy
se conoce como Dublín.
Cuando
Patricio llegó a Dublín
profetizó que
ese pequeño
pueblo llegaría a ser muy
importante para Irlanda, hoy capital de su república. Pues bien,
sucedió que cuando llegó,
el hijo del rey yacía muerto en su habitación, pero
el dolor fue doble cuando, en ese mismo momento se entera el rey que
su hija Dublina que había ido a bañarse al río se había ahogado,
perdiendo la vida también.
Estando
los niños en sus tumbas le llegó el rumor al rey que el señor
Patricio
de Armagh, que
había
resucitado
a muchos muertos, estaba
cerca de allí y le hizo llamar, prometiéndole que si resucitaba a
sus hijos
él, sus nobles, y toda la “ciudad” sería bautizada en la fe
cristiana.
Patricio, vio
la
oportunidad y
llevó a cabo, no
solo la resurrección de dos niños, sino
la resurrección espiritual de toda una
zona
de tinieblas
paganas prometiéndoles
una vida
eterna en el Cielo. Patricio los resucitó y desde
ese mismo momento, se
comenzaron a construir iglesias
y
nombraron
a Patricio
patrón de
Irlanda:
y
se cambió
el nombre del
pueblo
por Dublín
para que nadie nunca olvidara el agradecimiento del
rey de Irlanda
a San Patricio no solo por revivir a la princesa Dublina, sino por
revivir y convertir a la fe cristiana a todo su
pueblo.
Cuenta
la leyenda que la catedral de Dublín está
construida sobre un
pozo que San
Patricio
utilizaba para bautizar a los
que
se convertían al catolicismo. Incluso
se dice que consiguió ahuyentar a las serpientes de Irlanda y
que explicaba el misterio de la Santísima Trinidad usando como
ejemplo
un
trébol de tres hojas.
De ahí salen los símbolos más populares de esta festividad: las
serpientes, tener
por costumbre
llevar un trébol o
vestirse de color verde…
San
Patricio no solo resucitaba a almas paganas para convertirlos y
darles la oportunidad de tener su Juicio Final, de sus libros de
oraciones la oración más conocida de él, y para todos los
exorcistas, es la oración del Escudo de San Patricioo más conocida como La Oración de los Excorcistas...
Llama la atención eh???... Todos con una cerveza verde en la mano y un sombrero loco en la cabeza sin saber que el Santo cristiano que están celebrando murió en el lugar de origen de sus secuetradores paganos, por los cuales vio a Dios y por El cual volvió a exorcizarlos.
Feliz día de
San Patricio a todos, que El y San Patricio nos proteja con su escudo
protector y nos de luz.
ESCUDO
DE SAN PATRICIO (oración exorcista)
(http://forosdelavirgen.org/9449/oraciones-de-proteccion/)
"Me
envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza poderosa, la invocación a
la Trinidad,
la
fe en las Tres Personas, la confesión de la Unidad del Creador del
Universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del
Cristo con su Bautismo,
la fuerza de su Crucifixión,
la
fuerza de su Resurrección y Ascensión,
la fuerza de su venida
de el dia del Juicio.
Me levanto hoy por la fuerza de Dios
que me guía,
- por
el poder de Dios que me sostiene,
-
por la inteligencia de Dios que me conduce,
- por el ojo
de Dios que mira delante de mí,
- por el oído de Dios que me
escucha,
- por la palabra de Dios que habla conmigo,
- por
la mano de Dios que me guarda,
- por el camino de Dios que me
precede,
- por el escudo de Dios que me protege,
-
por el ejército de Dios que me salva de las redes del demonio.
-
de las seducciones, de los vicio,
- de las inclinaciones. de la
naturaleza,
-
de todos los hombres.que me desean el mal,
- de lejos y de
cerca, en la soledad y en la multitud!
Me
envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del amor de los
querubines,
la obediencia de los ángeles. El
servicio de los arcángeles,
la esperanza de la
resurrección para el premio,
las oraciones de los
patriarcas, las profecías de los profetas,
las
predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires,
la
inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los
confesores.
Me
envuelvo hoy día y ato a mí el poder del Cielo, la luz del sol,
el
brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del
rayo,
la rapidez del viento, la profundidad del
mar, la firmeza de la tierra,
la solidez de la
roca!
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Dios
para orientarme,
el poder de Dios para sostenerme,
la sabiduría de Dios para guiarme,
el ojo de Dios
para prevenirme, el oído de Dios para escucharme,
la
palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme,
el
camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para
protegerme,
los ejércitos de Dios para darme
seguridad:
-Contra las trampas de los demonios.
-Contra
las tentaciones de los vicios.
-Contra las inclinaciones de la
naturaleza.
Contra todos aquellos que desean el mal de lejos y
de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a
todas esas fuerzas poderosas que están contra
nosotros!
Contra
las encantaciones de los falsos profetas.
Contra las leyes
negras del paganismo.
Contra las leyes falsas de los
herejes.
Contra la astucia de la idolatría.
Invoco a
Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el
ahogo, las heridas.
Para que yo pueda alcanzar la
abundancia de premio!
Cristo conmigo, Cristo delante de
mí, Cristo detrás de mí,
Cristo en mí, Cristo bajo
mí,
Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi
izquierda,
Cristo alrededor de mí.
Cristo en
la anchura,
Cristo en la longitud,
Cristo en
la altura,
Cristo en la profundidad de mi corazón.
Cristo
en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en
mi,
Cristo en la boca de todos los que hablan de mi,
Cristo
en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me
escucha.
Nos envolvemos hoy día en una fuerza
poderosa,
la invocación de la Trinidad,
la
fe en las Tres Personas,
la confesión de la unidad
del Creador del Universo.
Amen!