La Herradura, amuleto desde la antigüedad
La herradura es, probablemente, el amuleto más antiguo que exista en el mundo.
Marina, La Orden de Ayala, Hermosilla. Ya
desde la antigua Grecia
la herradura era considerada
un amuleto que atraía
la buena suerte,
la felicidad, la fortuna y rechazaba
a los
espíritus malignos. Su
forma de semicírculo o luna creciente, están asociados a felicidad,
la fecundación o a lo masculino, a
la protección en función de si la colocamos hacia abajo o hacia
arriba, y según creencias.
En
la Edad
Media
se decía que las brujas viajaban
en escobas porque
temían a los caballos y su herradura las ahuyentaba. A
las mujeres que eran consideradas brujas y eran asesinadas, cuando
las enterraban, ponían
una herradura encima de su tumba para que no salieran nunca de allí.
Generalmente,
están hechas
de hierro, un material
muy resistente con el poder de proteger
de todo
mal a las pezuñas del
caballo que cubre con
su manto.
La
herradura se debe colgar en
la puerta de la casa como acto de protección, para atraer la buena
suerte o
la felicidad. Según
creencias se colocará
hacia arriba para que sea más poderoso el poder de atracción de la
Buena Suerte y, bocabajo, para que la atracción sea en términos de
Protección. Hacia
arriba para que sean
fértiles
las peticiones, hacia abajo para que crezcan como si fuera el útero
materno...
Para
personalizar el amuleto y darle más fuerza, hay que dormir 4 noches
con él, y una vez puesto ocultarlo a la vista de los demás y evitar
que te lo toquen. Una vez cargado el amuleto podremos usarlo para
distintas peticiones.
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