Las velas de cumpleaños
El hecho de festejar el
cumpleaños viene de muy antiguo, aunque probablemente la celebración
de cumpleaños tal y como la conocemos hoy en día, con la tarta y
las velas, sea de origen griego.
Éstos, para celebrar
su cumpleaños, ofrecían frutas y dulces de forma redondeada con
velas sobre ellos, a Artemisa, diosa de la Luna.Estos manjares
representaban el ciclo lunar completo.
El fuego de las velas
se apagaba de un soplido para que el humo llegase a la divinidad,
transportando los deseos pedidos.
Antes de soplar había
que pedir un deseo, el cual era transportado por el humo de las
velas, llevándolo ante la diosa Artemisa, quien ya lo podría
realizar.
Les proponemos un ritual dedicado a Artemisa para su próximo cumpleaños, para ello necesitaréis:
- Un velón del color correspondiente a vuestro símbolo del zodíaco
- Velas de bujía blancas, tantas como años cumpláis
- Frutas redondas (o velas de manzana)
- Un alfiler
- Aceite 7 potencias
- Incienso 7 potencias
- Cazuela de barro
Cómo realizar el ritual de cumpleaños:
El día de su
cumpleaños, por la mañana al levantarse, encienda un incienso de 7
potencias, coja el velón con ambas manos y visualice qué es lo que
le gustaría atraer para este nuevo año que empieza para usted.
Escriba en el velón con un alfiler de abajo a arriba este deseo
(puede realizar más de una petición).
Disponga el velón en
el centro de la cazuela de barro y embadúrnelo bien de aceite 7
potencias.
Coloque las frutas o
dulces redondos alrededor del velón y alrededor de ellos las velas
blancas, puede colocar más frutas redondas alrededor de las velas si
le apetece. Rocíelo todo con aceite 7 potencias.
Póngase cómodo/a,
observe la cazuela, las velas, las ofrendas, y en actitud de
agradecimiento, recite la siguiente oración a Artemisa:
Mi Amada Diosa,
Madre, Artemisa, Diosa de la Luna, de la noche, de la caza, de los
bosques, de las doncellas, la castidad, de las brujas.
Amada madre protege
a tus hijos bajo tu arco con tus flechas de plata y tus dardos de
oro, protege a nuestras hijas y a nuestros bosques y animales.
Bañamos con tu
tibia luz de plata y guía nuestros pasos.
Madre protectora,
madre Amorosa, te ofrezco estos dulces en agradecimiento por darme
la vida y por la ayuda que me prestas. Te pido con devoción que
escuches mis peticiones y me ayudes a cumplirlas.
Deje las velas
encendidas durante todo el día (atención a la seguridad,
manténgalas en un sitio donde puedan estar controladas), y ya de
noche, ante el ritual, vuelva a pensar en sus peticiones, repita la
oración y sople las velas.
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