CUESTIÓN DE FE

LA FE RESULTA EN ESENCIA INACCESIBLE PARA LA CIENCIA, DUDOSA PARA LA FILOSOFIA E INDEFINIBLE PARA LA RAZÓN. (E. Levi)

  Es obvio que lo que yo no os puedo enseñar es a tener fe. Todos sabemos que la fe  es creer  en algo que no se ve, en este caso la energía y las fuerzas que nos vayan a ayudar.   

La fe, por lógica, es de vital importancia, ya que no acudirá a nosotros alguien que no la tiene, alguien que no tenemos en cuenta en nuestra vida, así como tampoco acudiría a nuestra ayuda alguien con el que no tenemos contacto y ni siquiera queremos contactar. Lo que sí os puedo decir es que, si no tenéis fe y tenéis el deseo de tenerla, no ceséis en el esfuerzo de encontrarla, ya que este interés ya es un principio de fe, estoy segura que en algún momento, chispeante aparecerá. 

La vida nos ofrece en innumerables ocasiones la oportunidad de sentir la energía y las fuerzas de la naturaleza, nos pone en nuestro camino muchas evidencias para que nuestra fe este latente y si no la tenemos poder empezar a creer, hechos tan maravillosos que no serian posible si solo habláramos de materia e inteligencia, hechos tales como el amor, la pasión, el nacimiento de otro ser, sin contar los  muchos ejemplos de gente que cree en una cierta deidad y su fe es tal que han sido incluso sanados de ciertas enfermedades o advertidos de ciertos peligros, hay miles de historias y de hechos probados de estos extraordinarios sucesos, que han sido totalmente beneficiosos para el ser humano, la historia de muchos santos y beatos, por ejemplo Damián de Veuster que para poder atender a los leprosos que estaban en total abandono en la  Isla de Molokai, aceptó volverse leproso como ellos, y a pesar de ello, cuando la lepra invadió su cuerpo dijo “ Señor, por amor a Ti y por la salvación de estos hijos tuyos, acepto esta terrible realidad”. El Padre Damián transformó Molokai, un verdadero infierno, con su fe y amor divino en una comunidad amor y paz. 

Durante años sirvió sólo como santo sacerdote, ocupándose tanto de las necesidades espirituales como de las corporales. Bajo su supervisión se construyó la iglesia a la que llamó Santa Filomena, un hospital, enfermería, escuela, viviendas, etc... Su entrega llena de fe tornó aquel lugar abandonado por todos en una ejemplar comunidad donde se atendía a todos con esmero. Actualmente una comisión vaticana ha reconocido como un verdadero milagro de Dios, atribuido a la intercesión del beato Damián de Molokai (isla de Hawái), mundialmente conocido como “el apóstol de los leprosos”. El padre Bruno Benati ss.cc., postulador general de la causa, ha revelado que el caso fue analizado el 29 de abril de 2008 por la Comisión de los Consultores Teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos. Se trata de la sanación de la señora Audrey Toguchi de Honolulu, enferma de cáncer, "enfermedad que no tiene curación humana", aclara. "En su enfermedad la señora Audrey, fue visitada por los padres y hermanas de los Sagrados Corazones", congregación a la que pertenecía el padre Damián, " que la invitaron a dirigirse personalmente a la intercesión del Beato Damián". La mujer recuerda: "he orado al Beato Damián, fue el hombre central de mis oraciones: desde el 1 de mayo hasta el 19 de enero 2004 mis oraciones fueron dirigidas a Dios exclusivamente por medio del beato Damián. Estoy convencida que esta milagrosa desaparición del cáncer se debe a la intercesión del beato Damián". "Los médicos que han examinado esta sanación y están todos de acuerdo en que no es explicable desde el punto de vista científico. La Señora Audrey hoy goza de una perfecta y completa salud", indica el postulador. Gandhi llegó a decir que la historia cuenta con pocos héroes  comparables con  Damián de Molokai. (Parte del texto sobre la vida y obra del Padre Damián ha sido extraído de la revista AVE MARÍA - Núm. 744 y de la web http://webcatolicodejavier.org/Damianbio.html)

Por tanto, podemos asegurar que: la fe mueve montañas, y esa fe es necesaria en la magia, como también es necesario tener fe en uno mismo. La magia utilizada bien, del mismo modo que cualquier herramienta, nos beneficia y nos ayuda,  no sólo en nuestra vida física sino también en nuestra vida espiritual. Valga como ejemplo lo descrito anteriormente, la fuerza de Damián de Veuster, el conocimiento que tenia de él mismo, su fe, su encuentro interior, le hizo tener la valentía y la fuerza suficiente como para encerrarse con personas enfermas de lepra y ayudarles tanto en su vida espiritual como en su vida  material, creando un poblado de felicidad, donde sólo había desgracia, tristeza y enfermedad.