viernes, 17 de marzo de 2017

San Patricio, el resucitador.

 

El 17 de marzo se celebra San Patricio, por todos conocidos como el patrón de Irlanda, pero realmente él era escocés. Hoy, muchos celebran este día vestidos de verde, con cerveza en mano y un trébol de la buena suerte… pero pocos saben la verdadera historia de este Santo, autor de la oración exorcista más recitada del mundo y con un lugar de peregrinación.



El resumen de cómo un escocés llega a Irlanda y se queda más de treinta años allí, desde mi humilde opinión, es que fue, y en letras mayúsculas, por Un Acto De Amor A Dios. San Patricio nació en el 387 en Escocia. A los 16 años fue prisionero por piratas irlandeses que lo esclavizaron. Pero Patrick consiguió escapar y llegar a Francia, donde se hizo sacerdote. Cuando contaba con 46 años volvió a Irlanda para evangelizar a sus habitantes donde permaneció hasta su muerte el 17 de marzo del año 461.

Sus últimos treinta años de vida los dedicó a Irlanda en todos los términos católicos que puedan existir. Escribió su autobiografía , en Confesiones, hacia el final de su vida donde aprovecha para agradecerle a El la Gracia que le brindó y ruega porque todos sus hijos espirituales sigan siempre fieles a la fe que les ha practicado.

Comienza así sus memorias “Yo, Patricio, pecador, un campesino muy sencillo, el menos importante de todos que tienen fe y, para muchos, lo más despreciable… Y le sigue con”De hecho, no conocí al verdadero Dios y fui llevado al cautiverio en Irlanda con muchos miles de personas, tal como lo merecíamos, por habernos alejado de Dios. Ni guardamos sus mandos, ni obedecíamos a nuestros sacerdotes, quienes nos acordaban de nuestra salvación. Y el Señor nos dejó caer la ira de su ser y nos desparramó entre muchas naciones, aún hasta los extremos del mundo donde yo, en mi pequeñez, me encuentro ahora entre extranjeros.” Confesiones.

Después de 30 años del rapto por piratas irlandeses del joven escocés, San Patricio vuelve a Irlanda dando un vuelco a la religión de los druidas. En poco más de un cuarto de siglo San Patricio convirtió al catolicismo a la mayor parte de Irlanda y consolidó la fe cristiana canonizando unos 350 obispos, construyendo más de 700 iglesias, y ordenando más de 5.000 sacerdotes.

A lo largo de la historia y, de entre todos los santos, no se sabe de ningún otro con tantas resurrecciones practicadas durante una sola vida apostólica. En La Vida y Hechos de San Patricio, se redactan 33 resurrecciones, entre ellas os cuento la historia de dos hermanos príncipes de lo que hoy se conoce como Dublín.

Cuando Patricio llegó a Dublín profetizó que ese pequeño pueblo llegaría a ser muy importante para Irlanda, hoy capital de su república. Pues bien, sucedió que cuando llegó, el hijo del rey yacía muerto en su habitación, pero el dolor fue doble cuando, en ese mismo momento se entera el rey que su hija Dublina que había ido a bañarse al río se había ahogado, perdiendo la vida también.

Estando los niños en sus tumbas le llegó el rumor al rey que el señor Patricio de Armagh, que había resucitado a muchos muertos, estaba cerca de allí y le hizo llamar, prometiéndole que si resucitaba a sus hijos él, sus nobles, y toda la “ciudad” sería bautizada en la fe cristiana. Patricio, vio la oportunidad y llevó a cabo, no solo la resurrección de dos niños, sino la resurrección espiritual de toda una zona de tinieblas paganas prometiéndoles una vida eterna en el Cielo. Patricio los resucitó y desde ese mismo momento, se comenzaron a construir iglesias y nombraron a Patricio patrón de Irlanda: y se cambió el nombre del pueblo por Dublín para que nadie nunca olvidara el agradecimiento del rey de Irlanda a San Patricio no solo por revivir a la princesa Dublina, sino por revivir y convertir a la fe cristiana a todo su pueblo. 
 

Cuenta la leyenda que la catedral de Dublín está construida sobre un pozo que San Patricio utilizaba para bautizar a los que se convertían al catolicismo. Incluso se dice que consiguió ahuyentar a las serpientes de Irlanda y que explicaba el misterio de la Santísima Trinidad usando como ejemplo un trébol de tres hojas. De ahí salen los símbolos más populares de esta festividad: las serpientes, tener por costumbre llevar un trébol o vestirse de color verde…

San Patricio no solo resucitaba a almas paganas para convertirlos y darles la oportunidad de tener su Juicio Final, de sus libros de oraciones la oración más conocida de él, y para todos los exorcistas, es la oración del Escudo de San Patricioo más conocida como La Oración de los Excorcistas... 

Llama la atención eh???... Todos con una cerveza verde en la mano y un sombrero loco en la cabeza sin saber que el Santo cristiano que están celebrando murió en el lugar de origen de sus secuetradores paganos, por los cuales vio a Dios y por El cual volvió a exorcizarlos.





Feliz día de San Patricio a todos, que El y San Patricio nos proteja con su escudo protector y nos de luz.

ESCUDO DE SAN PATRICIO (oración exorcista)
(http://forosdelavirgen.org/9449/oraciones-de-proteccion/)

"Me envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza poderosa, la invocación a la Trinidad,
la fe en las Tres Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo.

Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del Cristo con su Bautismo,
la fuerza de su Crucifixión,
la fuerza de su Resurrección y Ascensión,
la fuerza de su venida de el dia del Juicio.

Me levanto hoy por la fuerza de Dios que me guía,

- por el poder de Dios que me sostiene,
- por la inteligencia de Dios que me conduce,
- por el ojo de Dios que mira delante de mí,
- por el oído de Dios que me escucha,
- por la palabra de Dios que habla conmigo,
- por la mano de Dios que me guarda,
- por el camino de Dios que me precede,
- por el escudo de Dios que me protege,
- por el ejército de Dios que me salva de las redes del demonio.
- de las seducciones, de los vicio,
- de las inclinaciones. de la naturaleza, 

- de todos los hombres.que me desean el mal,
- de lejos y de cerca, en la soledad y en la multitud!
 
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del amor de los querubines,

 la obediencia de los ángeles. El servicio de los arcángeles,
 la esperanza de la resurrección para el premio,
 las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas,
 las predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires,
 la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.

Me envuelvo hoy día y ato a mí el poder del Cielo, la luz del sol,

 el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo,
 la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra,
 la solidez de la roca!

Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Dios para orientarme, 

el poder de Dios para sostenerme, la sabiduría de Dios para guiarme, 
el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme,
 la palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, 
el camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme,
 los ejércitos de Dios para darme seguridad:
-Contra las trampas de los demonios.
-Contra las tentaciones de los vicios.
-Contra las inclinaciones de la naturaleza.
Contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas
 que están contra  nosotros! 
Contra las encantaciones de los falsos profetas.
Contra las leyes negras del paganismo.
Contra las leyes falsas de los herejes.
Contra la astucia de la idolatría.

Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno,  el incendio, el ahogo, las heridas.

 Para que yo pueda alcanzar la abundancia de premio!

Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí,

Cristo en mí, Cristo bajo mí,
Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda,
Cristo alrededor de mí.

Cristo en la anchura,
Cristo en la longitud, 

Cristo en la altura,
Cristo en la profundidad de mi corazón. 

Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi,
Cristo en la boca de todos los que hablan de mi,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me escucha.

Nos envolvemos hoy día en una fuerza poderosa,

la invocación de la Trinidad,
 la fe en las Tres Personas,
  la confesión de la unidad del Creador del Universo.
   Amen!

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